JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
1. CRONOLOGÍA DE ACONTECIMIENTOS IMPORTANTES DE SU VIDA.-
§ 1881: Nace en Moguer (Huelva).
§ 1900: Marcha a Madrid “a luchar por el Modernismo” llamado por Villaespesa y Rubén
Darío.
§ 1901: Crisis depresiva a raíz de la muerte de su padre. Es internado en un sanatorio mental
en Francia.
§ 1905: Se traslada de nuevo a Moguer, todavía sufriendo una fuerte depresión. Allí vivirá
aislado de casi todo contacto humano durante seis años. Ese aislamiento se refleja
perfectamente en el libro Platero y yo.
§ 1911: Vuelve a Madrid donde se alojará en la Residencia de Estudiantes, centro cultural de
la época.
§ 1916: Se casa en Nueva York con Zenobia Camprubí. Publica un libro fundamental en su
obra: Diario de un poeta reciencasado. Vivirá en Madrid hasta el comienzo de la Guerra
Civil.
§ 1936: Abandona España. Residirá en varios países americanos.
§ 1951: Se instala definitivamente en Puerto Rico.
§ 1956: Se le concede el Premio Nobel de Literatura. Muerte de la esposa.
§ 1958: Muerte en Puerto Rico.
Literatura española del siglo XX.
2. TEORÍA POÉTICA.-
Juan Ramón Jiménez representa perfectamente al poeta dedicado por entero a su labor artística.
Para él no existe nada más allá de la creación literaria.. Eso explica que su vida se defina por el
aislamiento de los demás, que viviera encerrado en su “Torre de Marfil”.
Sobre el pensamiento poético del autor es necesario que comentemos tres ideas fundamentales para
entender su obra:
a. La suya es una poesía minoritaria (“A la minoría, siempre” es una famosa dedicatoria suya),
de dificultad creciente. Es poesía difícil, hermética.
b. Obra en marcha.- Juan Ramón consideró su obra poética como en constante creación, de ahí
que continuamente vuelva sobre los poemas antiguos y los retoque, cambie o elimine.
c. La poesía se define como un triple deseo: de belleza, de conocimiento y de eternidad. La
poesía es representación de la Belleza, de la Perfección y del mismo Dios, identificado con
la Naturaleza o con la Belleza absoluta o, incluso, con el propio poeta creador.
Literatura española del siglo XX.
3. EVOLUCIÓN POÉTICA.-
La vida de Juan Ramón fue una constante búsqueda de la palabra, de la expresión poética
perfecta. Ese hecho explica los continuos cambios de tono, temática y estilo de sus poemas. El
propio autor fue consciente de esos abundantes cambios y en un intento de explicarlos escribió en
1918 el siguiente poema:
Vino, primero, pura,
Vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
De no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.
Llegó a ser una reina,
Fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!
...Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
De su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica,
Y apareció desnuda toda...
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!
Mucho más tarde, Juan Ramón reduciría su evolución poética a tres fases que nosotros
vamos a completar haciendo unas distinciones dentro de cada época1:
I. Época Sensitiva (hasta 1915, aproximadamente).-
Dentro de esta época debemos distinguir varios momentos diferentes:
1 Seguimos a LÁZARO CARRETER, F. y TUSÓN, V., Literatura siglo XX, Madrid, Anaya, 1995.
Literatura española del siglo XX.
1.1. Primeros poemas (hasta 1900, aprox.).-
Se trata de un período de aprendizaje y, como es lógico pensar, los poemas están llenos de
recuerdos e influencias de los que eran los modelos poéticos de la época:
§ Escenografía romántica.
§ Sentimentalismo becqueriano.
§ Esteticismo modernista canónico.
Leed el poema Somnolenta y Los sauces me llamaron...
1.2. Primera sencillez (entre 1903 y 1907).-
Juan Ramón escribe ahora una poesía sencilla de formas, alejada del Modernismo Canónico. Lo
característico del momento es
§ La influencia del simbolismo y de sus técnicas.
§ Temas como la soledad, la melancolía, la tristeza, el paso del tiempo y la muerte.
§ Métrica muy simple en la que predomina el octosílabo y la rima asonante junto a un
lenguaje muy sencillo.
La poesía de este período es muy similar a la que hace por estos mismos años Antonio Machado en
Soledades. Encaja perfectamente en lo que hemos llamado Postmodernismo.
1.3. Modernismo Canónico (entre 1908 y 1915, aprox.).-
La poesía de estos años se caracteriza por la máxima influencia del esteticismo modernista
canónico, aunque sin llegar nunca a los extremos de Rubén Darío:
§ Intento de comunicar mediante la palabra los contenidos sensoriales.
§ Adjetivación muy abundante.
§ Métrica basada en el verso largo y la rima consonante.
Pero junto a lo anterior encontramos a veces poemas de un tono más sencillo (leed Primavera
amarilla).
II. Época Intelectual (entre 1916 y 1936).-
En el año 1916 publica Juan Ramón un libro –Diario de un poeta reciencasado- que supone un
cambio radical respecto a la poesía que había escrito antes. Las novedades que introduce el autor
son:
§ Se aleja del esteticismo modernista de obras anteriores reduciendo la adjetivación y
simplificando el vocabulario empleado.
§ Elimina del poema todo lo superficial y anecdótico dejando paso a a una gran concentración
Literatura española del siglo XX.
conceptual y emotiva.
§ Poemas muy breves.
§ En métrica destaca:
· Verso corto.
· Verso libre.
· Poemas en prosa.
§ Desaparecen las evocaciones del pasado que son sustituidas por un continuo presente.
§ La ciudad sustituye al mundo rural y natural como escenario poético.
A partir de este libro el tema predominante en sus poemas será la creación literaria, tanto como
actividad, como objeto o como dios-creador de un universo nuevo (el poema).
III. Época Suficiente (desde 1936).-
Se trata de una poesía cada vez más esencial y desnuda y, por eso, cada vez más difícil, al estar el
contenido concentrado al máximo y al usar símbolos cada vez más difíciles de comprender.
El tema predominante será el de Dios, entendido como algo que se identifica con la Naturaleza, la
Perfección y la Belleza. Es un dios creado por el poeta para un mundo (su mundo poético) que él
mismo ha creado. No se trata por tanto de un concepto religioso, sino de un concepto artístico.
Literatura española del siglo XX.
4. SELECCIÓN DE POEMAS.-
SOMNOLENTA
Va cayendo la tarde con triste misterio...
inundados de llanto mis ojos dormidos,
al recuerdo doliente de Amores perdidos,
en la bruma diviso fatal cementerio...
El Sol muerto derrama morados fulgores
inundando de nieblas la verde espesura...
Dulce ritmo harmonioso de vaga amargura
me despierta... A mi lado se duermen las flores...
Taciturno prosigo mi senda de abrojos
y mis ojos contemplan la azul Lejanía...
Alá lejos... muy lejos... está mi Alegría,
en los míos clavando sus lívidos ojos...
¡Ah! ¡delirio! ¡delirio...! Al través de una rama
una Sombra adorada ligera se mueve:
una Sombra con cara de lirios y nieve,
que sus labios me ofrece y gimiendo me llama...
Y se aleja llorando con triste misterio.
Inundados de llanto mis ojos dormidos,
al recuerdo doliente de Amores perdidos,
tras la sombra camino al fatal cementerio...
(de Ninfeas)
LOS SAUCES ME LLAMARON...
Los sauces me llamaron, y no quise
decir que no a las voces de los muertos:
abrí la verja y penetré tranquilo
en el abandonado cementerio.
Lucía por Oriente la mañana
su celeste dulcísimo y sereno,
y los rayos de un sol de primavera
doraban la campiña con sus besos.
Dentro del campo santo, entre las zarzas
y los agrios rosales, unos huesos
carcomidos y oscuros se escondían
en la tierra mojada, y por el seco
y crujiente ramaje, los lagartos
se entraban en los ojos siempre abiertos
con que las calaveras, bajo lirios,
miraban melancólicas el cielo.
A lo lejos cantaban las alondras;
mi corazón alzó su sentimiento.
Un sepulcro caído, desde el fondo
del patio, me llamó con su misterio:
su losa de alabastro estaba rota
sobre la yerba exuberante, y dentro,
con espantosa mueca, sonreía,
cuajado de rocío, un esqueleto.
(de Rimas)
Literatura española del siglo XX.
MI ALMA ES HERMANA DEL CIELO
Mi alma es hermana del cielo
gris y de las hojas secas;
sol enfermo del otoño,
¡mátame con tu tristeza!
Los árboles del jardín
están cargados de niebla:
mi corazón busca en elos
esa novia que no encuentra;
y en el suelo frío y húmedo
me esperan las hojas secas:
¡si mi alma fuera una hoja
y se perdiera entre ellas!
El sol ha mandado un rayo
de oro viejo a la arboleda,
un rayo flotante, dulce
luz para las cosas muertas.
¡Qué ternura tiene el pobre
sol para las hojas secas!
Una tristeza infinita
vaga por todas las sendas,
lenta, antogua sinfonía
de músicas y de esencias,
algo que dora el jardín
de ensueño de primavera.
Y esa luz de ensueño y oro
que muere en las hojas secas
alumbra en mi corazón
no sé qué vagas tristezas.
(de Arias tristes)
HAY UN ORO DULCE Y TRISTE
Hay un oro dulce y triste
en la malva de la tarde,
que da realeza a la bella
suntuosidad de los parques.
Y bajo el malva y el oro
se han recogido los árboles
verdes, rosados y verdes
de brotes primaverales.
En el cáliz de la fuente
solloza el agua fragante,
agua de música y lágrima,
nacida bajo la hierba
entre rosas y cristales...
...Ya el corazón se olvidaba
de la vida...; por los parques
todo era cosa de ensueño,
luz de estrellas, alas de ángeles...
Sólo había que esperar
a los luceros; la carne
se hacía incienso y penumbra
por las sendas de los rosales...
Y, de repente, una voz
melancólica y distante,
ha temblado sobre el agua
en el silencio del aire.
Es una voz de mujer
y de piano, es un suave
bienestar para las rosas
soñolientas de la tarde;
Una voz que me va haciendo
llorar por nadie y por alguien
en esta triste y dorada
suntuosidad de los parques.
(de Jardines Lejanos)
Literatura española del siglo XX.
PRIMAVERA AMARILLA
¡Abril galán venía, todo
lleno de flores amarillas...
amarillo el arroyo,
amarilla la senda, la colina,
el cementerio de los niños,
el huerto aquel donde el amor vivía!
El sol ungía el mundo de amarillo
con sus luces caídas;
¡oh por los liros áureos,
el agua clara, tibia!,
¡las amarillas mariposas
sobre las rosas amarillas!
Guirnaldas amarillas escalaban
los árboles: el día
era una gracia perfumada de oro
en un dorado despertar de vida...
Entre los huesos de los muertos,
abría Dios sus manos amarillas.
(de Poemas mágicos y dolientes)
SOLEDAD
En tí estás todo, mar, y sin embargo,
¡qué sinti estás, qué solo,
qué lejos, siempre, de ti mismo!
Abierto en mil heridas, cada instante,
cual mi frente,
tus olas van, como mis pensamientos,
y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose,
con un eterno conocerse,
mar, y desconocerse.
Eres tú, y no lo sabes,
tu corazón te late y no lo sientes...
¡Qué plenitud de soledad, mar solo!.
(de Diario de un poeta recién casado)
INTELIJENCIA
Intelijencia, dame
el nombre esacto de las cosas!
Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas...
¡Intelijencia, dame
el nombre esacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de as cosas!
(de Eternidades
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